Jamás entendí de mejor manera a mi madre , si no hasta el momento en que di a luz a mi primera hija.
Los dolores previos al parto , la ansiedad entremezclada de manera perfecta con el temor , y esa angustia que me embargó cuando la pusieron en mi regazo , las ganas de llorar al verla tan dependiente de mí , la noche entera en el hospital completamente despierta con el temor de que dejara de respirar , colocándole mi dedo índice por debajo de su pequeña nariz para sentir el cálido viento , muestra concreta de que mi pequeña dormía apacible a mi lado.
Esa noche mi dulce Amparo no lloró, ni siquiera alegó , como haciéndome más fácil la tarea, fue su primer gesto de amor hacía mí . Ambas estábamos tan cansadas , fue el primer trabajo en equipo que tuvimos , y salimos victoriosas , nos teníamos la una a la otra , cómplices.
“Después de dar a luz a mi hija , pensé que nunca nada igualaría el amor tan puro que brotaba a raudales de mí … No sabía cuan equivocada estaba.”
Llegó mi segunda hija , con una diferencia casi cómica , sólo un año cinco meses las separaba , y si bien todo fue menos ansioso , y menos atemorizante , al momento de tenerla entre mis brazos , sentí nuevamente esa electricidad que recorría mi cuerpo y me llenaba. Parecía una leona , no quería que nadie la tuviera en su regazo , solo los mas cercanos , era mi tesoro , mi pequeña.
Mi rayito de sol , mi florcita del campo … Pequeñas frases que mi madre rezaba a diario cuando cerca de mi cara , susurraba un dulce buenas noches , y al que yo respondía ansiosa abriendo los ojos y esperando esas palabras aún mas cariñosas : - “ Mi rayito de sol , mi florcita del campo.”
Quizás mi madre nunca lo supo , pero cada vez que ella cerraba la puerta tras de si , me embargaba una sensación exquisita, una felicidad anónima que calmaba poco a poco mi éxtasis y me obligaba a cerrar los ojos cayendo en un sueño profundo, calmo.
Hoy repito la historia , con ciertas variaciones . El beso de las buenas noches es sagrado para mis pequeñas hijas , y le continua una frase cariñosa: - “ ¿ Quien es mi porotita hermosa? ¿ Quien es la bebita de la mamá?
Sólo espero algún día , mis hijas sientan y recuerden mis arrumacos , como yo recuerdo constantemente los de mi madre, y sientan el inmenso amor que yo quiero darles.
Un abrazo y un beso a mi madre
Que yo sé
Desde algún lugar austral
Me lee
De este rayito de sol que ahora ilumina los pasos de dos pequeñas.
De esta florcita del campo , que gracias a su dulce amor , nunca se marchitó.
El perfume mágico
- Esencia de Mujer
- Chile
- Aroma a belleza , sutil , sublime , única. La misma esencia que recorre este mundo... Cual flor que inunda todo a su paso, solo para recordarnos la simpleza de las cosas
Escribo , para plasmar mi mente , mi alma , mi esencia... para dejar constancia de lo que soy.
Mujer llorando
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Eres la ternura hecha mujer y presencia. Tus niñas tienen mucha suerte. Un beso enorme.
ResponderEliminarTu madre lo sabe, de eso no te quepa la menor duda. Lo sabe porque cuando se han creado lazos de amor tan poderosos, hay un entendimiento invisible que une a ambas personas. Estoy segura que tu madre ha visto iluminada su propia vida con el rayito poderoso de tu existencia y ahora con las dos preciosas florcitas del campo que has traído al planeta.
ResponderEliminarEres una persona que desborda amor y por eso la vida te lo devolverá con creces.
Un abrazo austral!
Mil gracias por tus palabras en mi post. Sabias, por cierto, "sin miedo a morir nuevamente"... las veces que sea necesario.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Hola Esencia de Mujer!! Hermoso tu blog y que bellas palabras. Ser madre te abre caminos de tanta ternura que no hay estado mejor.
ResponderEliminarBesossss